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domingo, 11 de octubre de 2015

¿Por qué el islam prohíbe las relaciones extra-matrimoniales?

Estamos acostumbrados a oír eso de que a las musulmanas se les busca un marido o se hacen matrimonios concertados en los que ni siquiera se conocen la novia y el novio, o casos en los que son de la misma familia. 
Eso no es islam, es algo cultural de ciertos países, árabes y/o musulmanes, pero no tiene nada que ver con la religión.
Ahora bien, sí es cierto que, por lo general, una pareja que se casa, nunca ha tenido contacto a solas ni han tenido un noviazgo previo a la boda.
¿Y eso por qué? ¿Cómo pueden casarse si no se conocen? ¿Y si la cosa no funciona?
El islam prohíbe todo tipo de relación fuera del matrimonio para asegurar el bienestar tanto del marido como de la mujer.
Puesto que una vez que existe un matrimonio, tanto el hombre como la mujer asumen una serie de obligaciones y derechos para con el otro.
Cuando hay una relación de noviazgo, sin matrimonio, no se asume ninguna responsabilidad. Simplemente, aquí estamos, hacemos lo que nos apetece, disfrutamos, y no tengo ninguna obligación contigo ni tú conmigo; si sale mal, cada uno por su lado y si te he visto no me acuerdo.
En estos casos, generalmente las mujeres, salen perdiendo en cuanto a sus derechos.
La mujer tiene derecho a que el marido la mantenga y a que el dinero que ella tenga sea suyo y sólo suyo, sin necesidad de compartirlo.
La mujer tiene derecho a trabajar si ella quiere, pero si no, la obligación de que no le falte de nada es cosa de su marido.
En caso de que existan hijos en la pareja, es obligación del padre procurarles alimento y vestido y que no les falte de nada.
Entonces, si en la relación no hay matrimonio, estos derechos y obligaciones se pierden.
¿Qué pasa si la mujer se queda embarazada y el hombre no quiere hacerse cargo y decide dejarla tirada? No hay nada legal que le obligue a reconocer a ese hijo y mantenerlo (aunque luego mediante pruebas de paternidad se pudiese demostrar).
En caso de que los dos trabajen, los dos comparten el dinero y pagan a medias, y si mañana la relación termina, el hombre no le debe nada a la mujer porque no estaban casados; mientras que habiendo matrimonio, en caso de divorcio, la mujer no se quedaría sin nada.
Incluso legalmente, fuera de la religión, si no hay matrimonio no hay régimen de bienes gananciales, lo que esté a nombre de uno el otro lo pierde por completo en caso de que la relación no funcione, por mucho que haya colaborado en ello.
Ahora bien, eso de casarse con un desconocido, debe de ser difícil e incluso arriesgado.
Y es que realmente no se casan sin conocerse.
Lo correcto sería que la chica y el chico hablen de manera distanciada y sin contacto físico ni íntimo, que comiencen a conocerse, y que formalmente él pida su mano y muestre interés por ella delante de su tutor (padre).
Entonces, pueden verse, siempre acompañados, hablar, tener un contacto, conocerse.
Y es así como se decide si es la persona con la que quieres iniciar un nuevo proyecto de vida, si es la persona con la que compartes intereses, gustos, aficiones, que te hace reír, en la que te puedes apoyar, etc.
Con esto no quiero decir que toda la gente musulmana, hombre o mujer, actúe correctamente, pues cada uno es muy libre de hacer lo que quiera y sólo Allah puede juzgar.
Aclarar también que en el islam está prohibido obligar a alguien a casarse en contra de su voluntad, que aunque es una teoría muy extendida, puede que sea algo cultural pero islámicamente no está permitido y así lo demuestran las enseñanzas que nos dejó el Profeta en sus relatos (hadices).
Que nadie se aproveche de nosotras, luchemos por nuestros derechos, y que cada persona, hombre o mujer, cumpla con sus obligaciones para con los demás.

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