Translate

domingo, 11 de octubre de 2015

El cumpleaños

Hoy, 31 de agosto de 2015, hace 27 años que Dios (Allah) quiso traerme a este mundo después de 9 meses en la barriga de mi madre.
Y en estos 27 años, si me paro a pensar, he conseguido muchas cosas pero he dejado perder muchas oportunidades también.
Cuando era una niña, como a cualquiera, me gustaba celebrar mi cumpleaños, que viniesen mis amigas a merendar a casa, pasar una bonita tarde, soplar las velas de la tarta, y abrir los regalos.
Eso, con los años, las circunstancias, y los muchos cambios que he tenido en mi vida, se ha perdido completamente.
La última vez que celebré mi cumpleaños fue en el año 2000, dos días después de mi cumpleaños, con una cena en un bar, acompañada de mis amigas, con tarta y regalos, pero con final muy triste porque en medio de esa celebración me enteré de que había muerto mi abuela.
Ese momento cambió mi vida, nunca mi cumpleaños ha vuelto a ser lo que era.
Claro que hay que dejar atrás el pasado, pero aquella pérdida fue el inicio de muchos cambios en mi vida; y 15 años después no puedo evitar seguir recordándolo.
Con ello se fue no sólo mi abuela, sino también mi creencia en la iglesia y en mi antigua religión; y con ello se fueron mis amistades y empecé a sentir el rechazo, el rechazo de la sociedad que me rodeaba porque empecé a acercarme al islam y a los musulmanes, y el rechazo de muchos musulmanes que nunca me tomaron en serio y no me consideraron nunca como una de ellos.
Hoy en día no me importan los regalos, ni tengo fiesta de cumpleaños, ni siquiera me importa ese día.
Pero no sólo por lo que pasó hace ya 15 años, sino también porque he madurado, porque soy madre de dos hijos, y porque soy consciente de que debo celebrar cada día que sigo aquí, cada minuto que sigo respirando.
Ya no quiero regalos, prefiero que ésos vayan dirigidos a mis hijos para que nunca les falte de nada.
Ya no quiero fiesta de cumpleaños, me conformo con el afecto de las personas más importantes en mi vida (aunque sea en la distancia)
Y ya no quiero celebrar que cumplo un año más, porque eso lo celebro cada día, y doy gracias a Dios (Allah) por cada momento que me permite seguir aquí.
Cumplir un año más quiere decir que sigo aquí disfrutando de todo lo que tengo y luchando por conseguir aquello que quiero.
Y que Dios (Allah) me permita seguir haciéndolo muchos años más, muchos días, muchos segundos; pero que en cada uno de ellos recuerde agradecerle que sigo aquí y que no ha decidido quitarme la vida que un día me dio.
La mayoría de los musulmanes, no todos, no celebra el cumpleaños porque islámicamente sólo hay dos fiestas que celebrar (el final de Ramadán y la fiesta del sacrificio del cordero).
Bajo mi punto de vista y siguiendo a muchos sabios del islam, no hay nada de malo en juntarse con los seres queridos para agradecer a Dios (Allah) la bendición de seguir con vida un año más y pedir que nos permita vivir muchos más para seguir adorándole y buscando cumplir nuestros objetivos. Pero eso sí, de nada sirve festejar si nos olvidamos de que nuestra vida depende de aquel que nos la ha dado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario