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domingo, 11 de octubre de 2015

La relación fuera del matrimonio

En el islam, como en las demás religiones aunque sea algo que se ha ido perdiendo, están prohibidas las relaciones fuera del matrimonio. 
Pero, ¿respetan esto los musulmanes?
Pues tristemente, no.
Siempre hay algunos musulmanes rectos que sí respetan este principio, pero son muy pocos.
Por lo general, no basta con conocer a una persona y querer pasar tu vida junto a él/ella; sino que se hace una relación más larga para conocerse antes de casarse.
Y estas relaciones extra matrimoniales, además de estar prohibidas, en muchos casos no llegan a ninguna parte.
Mientras que, otras relaciones en las que dos personas se conocen, hablan unas cuantas veces siempre respetando y sin tener intimidad, se casan y comienzan a hacer vida juntos cumpliendo con lo que Dios ha ordenado, suelen tener más éxito.
¿Por qué?
Pues yo pienso que cuando hay relación antes del matrimonio y pasa tiempo, pueden pasar tres cosas:
1- que cuando llega la hora de decidirse ya se conocen demasiado, saben lo bueno y lo malo de esa persona, y se crea un prejuicio de "yo esto no lo voy a aguantar"
2- que se cansan de conocerse y quieren conocer a otras personas antes de decidirse.
3- que cuando se casan ya se ha perdido toda la magia del principio.
En cambio cuando dos personas se conocen y en muy poco tiempo se deciden a casarse, la relación tiene más éxito porque aprendes a conocer a esa persona en la convivencia del día a día, aprendes a convivir con sus defectos y virtudes, y como no conoces a nadie más no puedes comparar.
Por supuesto, no nos olvidemos de que una relación halal (permitida) que cumple con la orden de Dios siempre estará protegida y bendecida por Dios.
Puede fracasar también, pero al menos sabes que no has desobedecido a Dios en ningún momento y por lo tanto no tienes esa falta sobre ti.
Dice Allah (Dios) en el Corán que puede que te disgusten muchas cosas, pero en ellas haya para ti un beneficio. Y también que puede que muchas cosas sean desagradables pero otras muchas sean buenas para ti.
Y eso es lo que debemos coger siempre, el lado bueno de las cosas.
A lo mejor tu marido no es detallista y no te trae regalos a menudo, pero en cambio te ayuda con todas las tareas de la casa.
Puede que tu marido sea desordenado pero es siempre paciente y amable contigo.
Puede que tu mujer sea impaciente pero siempre trata de complacerte.
Quedémonos siempre con el lado bueno de las cosas, y busquemos siempre complacer a Dios para que nos proteja y nos ayude.

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