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viernes, 13 de mayo de 2016

El divorcio y la repercusión en los hijos

Por circunstancias, últimamente he podido observar en mi entorno cómo repercute en los niños y niñas el hecho de que sus padres estén separados / divorciados.

No llego a comprender muy bien cómo dos personas que se han querido, se han amado, comenzaron en su día un proyecto de vida juntos, tienen hijos en común; pueden llegar a odiarse hasta el punto de evitar encontrarse, dirigirse una palabra, una mirada.

Se dice que del amor al odio hay sólo un paso, pero ¿cuál es ese paso que lleva de un extremo al otro?

Pienso que, los niños y niñas, necesitan tanto de su padre como de su madre.
Los dos les aportan algo por igual: puede que la madre se implique más en su higiene y alimentación, pero puede que el padre se implique más en el juego de sus hijos. Y aunque no fuese así, siempre les aportaría algo a los niños.

Cuando los padres se separan, quienes sufren las consecuencias son los niños y niñas:
- Papá y mamá siempre discuten (antes de separarse), el entorno está tenso y los niños lo sienten; les estamos enseñando un comportamiento que no es bueno ni apropiado.
- Papá / mamá se ha ido a vivir a otra casa, así que ahora cuando el niño/a llega a casa sólo puede compartir sus vivencias del día con uno de los dos.
- Pasa de ver a papá / mamá todos los días a verlo sólo los fines de semana, y por lo tanto en ese fin de semana no puede estar con la otra persona que pasa el resto de la semana.
- Cada uno le enseña unos valores, lo que es importante para mamá puede que no lo sea para papá.
Y esto sin entrar en cuando los padres se separan con muy mala situación y comienza un debate que los niños y niñas tienen que sufrir innecesariamente:
- Papá es malo porque...
- Mamá es mala porque...
- Papá / mamá ya no te quiere
- Papá / mamá te compra esto, te lleva a aquello, y el otro no

Pedimos a Allah que nos mantenga unidos, que nos aleje de los susurros y tentaciones de Shytan, que nos facilite la educación de nuestros hijos e hijas y que haga a nuestras familias de las justas.
Y si en algún caso un matrimonio no se entiende en la convivencia, no se quiere, y quiere vivir por separado, que sea antes de tener hijos o que sea de la forma más amable posible para que no repercuta negativamente en la vida de éstos.

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