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domingo, 20 de marzo de 2016

¿Qué es lo que realmente nos preocupa?

En nuestro día a día, como musulmanes, como creyentes, tenemos una serie de obligaciones que cumplir, una clase de comportamientos modélicos a seguir, unos comportamientos a evitar, etc.

Cumplimos con nuestros rezos, nuestros ayunos; nos comportamos bien con nuestros padres, amigos, familiares; pero ¿por qué lo hacemos realmente? y ¿lo hacemos realmente bien?

Si cumplimos con todas nuestras obligaciones porque no queremos que nuestro marido, padre, madre, etc. vea que no lo hemos hecho y nos diga algo, aunque sea a modo de consejo, no estamos haciéndolo bien.
Si cumplimos con nuestro rezo al final del día porque antes hemos estado demasiado ocupados, tampoco lo estamos haciendo como deberíamos.

¿Qué nos preocupa?
¿A quién tememos?
¿Por qué hacemos o dejamos de hacer?

Estoy todo el día en el trabajo y no he podido rezar, lo haré todo junto al volver a casa.
Y bien, al menos tienes la intención y sólo Allah puede juzgar si lo haces bien o mal y si te acepta o no tu rezo.
Pero ¿por qué no somos capaces de pedir 5 minutos en el trabajo para hacer nuestro rezo? Otros compañeros tienen varias veces al día 5 minutos para salir a fumar y nosotros somos incapaces de pedir ese tiempo para nuestro rezo obligatorio. ¿Por qué? Porque tenemos miedo a lo que digan de nosotros, a que nos critiquen, a que nos rechacen, a que nos despidan...
¡Tenemos miedo de las personas (compañeros, jefes) pero nos olvidamos de que a quien más miedo hemos de tenerle es a Allah, que puede castigarnos eternamente!

Paso el día corriendo para llegar a mis obligaciones mundanales: que no se me haga tarde para el trabajo, llegar al colegio antes de que salgan mis hijos, pasar por la tienda antes de que cierren...
Pero cuando llega la hora del rezo no nos importa atrasarlo, rezar un poco más tarde cuando termine lo que estoy haciendo, incluso atrasarlo tanto que se nos juntan rezos.
Y una vez más, estamos olvidando que Allah nos llama cinco veces al día y que tenemos que responder, ¡tenemos que acudir a su llamada en el tiempo!
¿Quién nos asegura que más tarde estaremos todavía a tiempo de cumplir con el rezo?
¿Quién nos asegura que la muerte no nos sorprenderá antes de que hayamos cumplido?
¿Por qué no tenemos miedo del castigo de Allah?

Es cierto, hay que preocuparse por todo lo que nos rodea y tenemos que esforzarnos por cumplir.
A nadie le gustaría estar sin trabajo y por lo tanto no tener cómo mantenerse y mantener a su familia.
A nadie le gustaría perder la oportunidad de hacer algo porque hemos llegado tarde.
Y ¿a alguien le gustaría tener que rendir cuentas en el último día por no haber cumplido en su momento?
¿A alguien le gustaría enfadar a Allah y ser castigado en esta vida y en la otra?

Recuerda que Allah todo lo puede y que todo viene de él.
Si pierdes algo por complacer a Allah, Allah sabrá recompensarte dándote algo mejor.

Confiemos en Allah y procuremos cada día ser un poco mejores en cuanto a nuestras obligaciones para con Él; y esforcémonos también por las buenas acciones voluntarias que alegren a Nuestro Señor.

Y Allah es el único que puede juzgarnos, pues él es el que conoce nuestras verdaderas intenciones y todas nuestras circunstancias.
Los demás, todos somos humanos, todos nos equivocamos, y nadie es perfecto, ni en la creencia, ni en la adoración, ni en nada.

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